Reconciliación y Paz
La reconciliación es un proceso indispensable para la paz, sin ella NO hay paz. Sin la reconciliación sólo se irán dando los procesos de “toma y daca”, de “me hiciste yo te hago”. Esto hace que se prolongue el conflicto a través de las generaciones de las familias y de los países.
La paz requiere que hayamos resuelto las diferencias que nos separan y que nos hacen sentir diferentes, y es en esas diferencias que nos sentimossuperior o más que el otro. Sentir o creer que, somos más o menos que el otro, es lo que hace imposible la reconciliación. La reconciliación se da entre iguales y la paz es, como Hellinger dice:
“La paz es:
- La reunificación de cosas opuestas.
- El reconocimiento por ambos bandos de todo lo que previamente estaba excluido.
- Cuando la fuente de las batallas, las heridas, las guerras, o aún quizá la exterminación, guarda luto por las víctimas de ambos bandos y se aflige por el sufrimiento que se han infligido mutuamente".
La Inocencia y la Conciencia Familiar
Estas dos fuerzas nos llevan a seguir, inconscientemente, patrones de conducta ante diversas situaciones:
- la Conciencia Familiar nos dicta cómo deben ser los miembros de un sistema familiar, grupal, racial, religioso, empresarial, nacional, etc. Es “la cultura del sistema” que tiene sus propias reglas de pertenencia y de exclusión.
- Ante esta conciencia nosotros actuamos con Inocencia y nos dejamos llevar, inconscientemente por ella, prolongando los aspectos y características que nos distinguen y nos diferencian ante los demás grupos, familias, naciones, raza, creencias religiosas, etc.
- Es en esta distinción en donde se hacen y mantienen las diferencias y se marcan los conceptos de superioridad: raza superior-inferior; somos mejor que los otros; tenemos la verdad; nuestro Dios es el verdadero; etc.
¿Cómo podemos reconciliarnos con grupos diferentes, antagónicos o rivales si la misma conciencia de los sistemas nos dicta cómo ser y cómo nos debemos distinguir ante los demás?
Esto es el reto para la reconciliación y para la paz.
La Paz se Inicia en el Alma
Entre los grupos y entre las naciones el reconocerse como iguales lleva a dejar de considerarse diferente o superior. Esto debe alcanzarse primero en el alma del individuo y con esto “la paz entre ellos expande sus fronteras personales y dentro de estos nuevos límites, permite la diversidad así como la singularidad personal y la acción colectiva” (Hellinger 2006).
Sólo cuando podemos lograr MIRAR a nuestro sistema podemos liberarnos de la Inocencia. Ese MIRAR es un mirar sistémico, que viene de algo más Grande que Hellinger lo llamó primero “Movimientos del Alma”, luego “Movimientos del Espíritu” y ahora lo llama “Cosmic Power®” o Constelaciones en Movimiento (Hellinger también lo llama “Lo Más Grande”) que es lo que ahora plantea la “Hellinger Sciencia®” en donde no se llega nunca a un método o mirada final, sino que “Lo Más Grande” nos lleva a un sin fin de posibilidades que dependerá de quien hace una constelación y de quienes observan el sistema y su problema.
Explican los Hellinger que la sanación no solo está en la persona que atendemos sino que también se encuentra en el mismo grupo que observa, en el constelador que apoya. O como en la Hellinger Sciencia® lo expresan citando a los Hellinger:
“En esta nueva orientación y aplicación ya no se trata de una tarea para algo limitado o recortado, sino para algo trascendente y expansivo. Cosmic Power® en las Constelaciones Familiares abre el camino hacia soluciones y experiencias revolucionarias del grupo. La sanación + solución del individuo están en el grupo. La intención personal se disuelve en el NOSOTROS y respiramos relajados y consolados. Cuando estamos dispuestos a reconocer que el cuerpo humano es efímero, pero no su energía y su espíritu, que todo lo que existe es una parte del todo, para ser “completos” debemos encontrar e integrar lo que, en lo más profundo de nuestro corazón, nos da miedo”.
La Humildad
Con la mirada desde las Constelaciones se puede lograr la reconciliación entre los grupos, entre las personas, cuya condición es que inicie en EL ALMA de la persona y logre mirar las fuerzas profundas que llevan a la reconciliación a los individuos, a los grupos; y a incluir a los excluidos; entregar a los responsables lo que les toca y adoptar la actitud clave para lograr la paz: LA HUMILDAD. Sólo con humildad podemos mirar a los demás como iguales.
La humildad es una meta a lograr de todos nosotros. Somos iguales, no somos más que los demás. Nuestras diferencias nos complementan, no nos separan.
La Reconciliación, implica también, dejar atrás lo que ya pasó, requiero vivir en el presente, no en el pasado de mi historia personal ni de la historia familiar o grupal.
Así es posible reconciliarnos con nuestro género y el opuesto, con los perpetradores y dejar atrás la victimización que no hacen otra cosa que perpetuar el conflicto.
El Amor la Fuerza que nos Mueve
El amor es la fuerza que mueve los sistemas activada por el Observador; por un lado, del grupo que participa, del constelador y; por el otro, del Constelante que toma el valor de observarse y permitir que la fuerza reparadora, reconciliadora de los sistemas se active y los lleve a un nivel superior de conciencia.
Cito a Hellinger cuando en 2007 hablaba de los Movimientos del Espíritu:
“El movimiento del espíritu es un movimiento creativo que incita al movimiento y mantiene en movimiento a todo lo que se mueve y como se mueve. Por eso cada movimiento, tal y como es, es querido por este espíritu. Este espíritu está detrás de cada movimiento, tal y como es y le da la cara, tal y como es.
Las Constelaciones SI pueden aportar a la PAZ
Las Constelaciones Familiares han logrado reconciliar grupos antagónicos de judíos – alemanes, guerrilleros – ejercito; hombre – mujer; conquistadores – conquistados; musulmanes – cristianos; indígenas – ladinos; etc.
Este tratamiento terapéutico, con su mirada sistémica e integral, logra que las partes en conflicto puedan encontrar los puntos de reconciliación en donde los perpetradores sienten el peso del daño que hicieron y la víctima busca la reconciliación. Todos ellos movidos por algo Más Grande que nos lleva a un nivel de conciencia superior.
Las constelaciones familiares han aportado positivamente a la paz en el mundo. La búsqueda de la paz es un camino largo, difícil pero posible desde esta mirada. Busca esa mirada en tu alma y expándela a tu alrededor.
Busquemos la igualdad a través de la reconciliación entre nosotros.
Reflexión sobre la paz de B Hellinger
Finalmente quisiera terminar estas reflexiones con lo que Hellinger nos dice en 2010:
“La paz comienza ahí donde cada uno puede ser como es, donde cada uno le concede al otro el derecho de ser como es y de continuar en donde se encuentre ubicado. Eso significa al mismo tiempo que se respeten sus límites, que nadie sobrepase los límites del otro, que cada quien permanezca dentro de sus propios límites” ( Hellinger 2010)
Elaborado por Mtra: Virginia A. Luviano Bosdet.
Agosto 2014.
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